El Síndrome de Ovario Poliquístico es una alteración endocrino-metabólica que afecta a mujeres durante la edad reproductiva. Este síndrome es un conjunto de síntomas relacionados con un desequilibrio hormonal, que afecta a cada mujer de una forma particular.
Dentro de estos signos o síntomas están los cambios en el ciclo menstrual, dolor pélvico, cambios en la piel, como aumento del vello facial y corporal, así como acné, quistes en los ovarios e infertilidad.
Las mujeres con SOP también están en mayor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes mellitus tipo 2; resistencia a la insulina, hipertensión arterial, dislipidemias, apnea del sueño, infertilidad, acantosis nigricans, presentándose en forma de manchas oscuras en la zona de la ingle, axilas, cuello; hiperprolactinemia, síndrome metabólico, entre otros.
En la mayoría de los casos, las mujeres presentan sobrepeso u obesidad asociado a la resistencia a la insulina, llegando a complicar aún más los problemas reproductivos y metabólicos.
Tratamiento para el síndrome de ovarios poliquísticos
El tratamiento de pacientes con SOP está enfocado principalmente en lograr una disminución de las comorbilidades asociadas; estableciendo un conjunto de acciones dirigidas a disminuir el peso corporal, disminuir los niveles de andrógenos, mejorar la alteraciones menstruales y reproductivas.
A través del tratamiento farmacológico y la modificación de estilos de vida, como el incremento de la actividad física, una dieta baja en calorías, disminución del ambiente obesogenico, la utilización de sensibilizadores de insulina, el abandono de hábitos nocivos como el consumo de alcohol y tabaco, además de brindar apoyo psicológico es posible conseguir buenos resultados.
Dietas para pacientes con SOP
Algunas de las dietas que han tenido efectos positivos en mejorar la sensibilidad a la insulina, disminución del peso corporal, reducir la intolerancia a la glucosa, e incluso se ha visto una pequeña mejora en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares. son las siguientes:
- Dieta antiinflamatoria: el consumo de pescado, frutas, verduras, aceite de oliva, oleaginosas y alimentos ricos en fibra ayudan a reducir la respuesta inflamatoria.
- Dieta hipocalórica: esta dieta se basa en la restricción calórica gradual, teniendo como base el consumo habitual e ir estableciendo los objetivos que se pretenden alcanzar.
- Dieta DASH: consiste en reducir el consumo de sal, así como alimentos altos en grasa y azúcares. Los alimentos que se incluyen contienen alto contenido de potasio, calcio y magnesio, estos nutrientes ayudan a controlar la presión arterial.
Como verás, el abordaje ante esta enfermedad se puede dar de distintas formas, esto dependerá de los signos y síntomas que se presenten en cada caso y con base a esto ir estableciendo objetivos que ayudan a disminuirlos, esto siempre acompañado de una adecuada asesoría médico-nutricional.