La forma correcta de nombrarlos es Hidratos de Carbono para estar de acuerdo con la traducción química al español.
Repasando las clases de química, recordaremos que los hidratos de carbono se componen de C carbono, H hidrógeno y O oxígeno y resultan ser una fuente básica de energía en nuestra alimentación. Este macronutriente es el principal responsable de generar la energía necesaria para que podamos realizar nuestras actividades diarias, como caminar, leer, hacer ejercicio, pensar, etc.
Para conocer el aporte calórico que podemos obtener de los hidratos de carbono se encuentra que por consumir 1g. de hidratos de carbono aporta 4 Kcal. Un ejercicio rápido de lectura de etiquetas que nos ayude a conocer lo que consumimos es el siguiente: Si un chocolate contiene 15 g. de hidratos de carbono, para saber cuántas Kcal vas a consumir, sólo tienes que multiplicar 15 X 4= 60 Kcal.
Podemos dividir los hidratos de carbono en naturales o procesados, algunos ejemplos de alimentos naturales que contienen hidratos de carbono son: azúcar, frutas, verduras, tortilla, maíz, avena, arroz, cebada, pasta, leguminosas como frijoles, habas, garbanzos, leche entre otros. Mientras que algunos alimentos procesados que también contienen hidratos de carbono son: yogurt, frutas o botanas saladas en general, dulces, granola, harinas, gelatinas, mermelada, refrescos, bebidas energizantes, por mencionar algunos.
Los hidratos de carbono son esenciales para lograr una dieta saludable ya que aportan muchos nutrientes importantes. Tomando en cuenta los dos tipos de hidratos de carbono que existen, deberás elegir sabiamente los que incorpores a tu dieta. Recuerda que de la mano del profesional en nutrición puedes evaluar siempre cuáles son las mejores opciones que integrarán a tu plan alimenticio equilibrado, priorizando las frutas y las verduras ricas en fibra, optando por los granos integrales, lácteos bajos en grasas y azúcares, consumir más legumbres y en general limitar el azúcar añadida.