Para empezar, ¿Qué es la colitis nerviosa? La colitis nerviosa o el síndrome de intestino irritable es un trastorno funcional digestivo crónico y recurrente que afecta al intestino grueso. Esta enfermedad se caracteriza por dolor, distensión abdominal y cambios en la evacuación de las heces, como diarrea, estreñimiento o ambos, lo que genera un gran impacto en la calidad de vida.
Síntomas de la colitis nerviosa
- Dolor en el abdomen
- Cólicos
- Inflamación abdominal
- Gases
- Diarrea
- Estreñimiento
Causas de la colitis nerviosa
Si bien aún no se ha definido una causa principal que desencadene la enfermedad, hay ciertos factores que influyen en la sintomatología:
Estrés a temprana edad: las personas expuestas a eventos estresantes, especialmente en la infancia, tienden a tener más síntomas.
Alteraciones en la flora intestinal: la flora microbiana y su interacción en la mucosa intestinal puede generar sintomatología, debido a los cambios en bacterias y virus que normalmente residen en el intestino y juegan un papel clave en la salud.
Trastornos de la motilidad: las paredes de los intestinos están revestidas con capas de músculo que se contraen a medida que se mueven los alimentos a través del tracto digestivo.
Las contracciones que son más fuertes y duran más de lo normal, pueden causar gases, hinchazón y diarrea; de igual forma, pueden generar respuestas motoras exageradas a ciertos alimentos y al estrés emocional.
Hipersensibilidad visceral: las personas tienen una percepción anormal de dolor ante un estímulo visceral que no es doloroso para un sujeto normal.
Inflamación: se puede observar inflamación en la mucosa intestinal, así como antecedentes de gastroenteritis al inicio de la sintomatología.
Conclusión
La colitis nerviosa es una enfermedad multifactorial, la cual está presente en una gran parte de la población; sin embargo, no todos deciden tratarla, lo que genera una exposición crónica.
Para poder tratar esta enfermedad es importante acudir al doctor para que realice un estudio exhaustivo para establecer el diagnóstico y generar el tratamiento ideal que necesita el paciente, así como también realizar las recomendaciones dietéticas necesarias para aliviar la sintomatología.