Es una de las dietas más populares en los últimos años, la dieta keto, en su forma abreviada, es una de las más practicadas cuando de pérdida de peso se trata. Pero, ¿Sabías que esta dieta no solo es prescrita para este fin?
Tiene como principal característica el uso de las grasas como combustible, sustancias que al metabolizarse producen un residuo que se denomina cetonas o cuerpos cetónicos.
Existen varios tipos de dieta cetogénica, que se eligen en función de las cualidades del paciente y de sus necesidades. Se diferencian según el porcentaje de grasas, hidratos de carbono y proteínas que se ingieren, pero todas funcionan de manera similar y tienen en común la producción de cetonas.
Aunque parezca absurdo e incluso increíble, la dieta cetogénica estándar consiste en comer una gran cantidad de grasas, una ingesta moderada de proteínas y muy pocos hidratos de carbono. En porcentajes, esta dieta regularmente contiene un 75% de grasas, 20% de proteínas y 5% de carbohidratos.
También existe la dieta cetogénica cíclica (DCC), que implica períodos de recargas más altas en carbohidratos, por ejemplo, 5 días cetogénicos seguidos de 2 días con carbohidratos. ¿Qué tal, también te sorprendió?
Es cierto que son pocos los nutriólogos o nutriólogas que te explican a detalle cómo es que la dieta que te están prescribiendo, va a contribuir con tu pérdida de peso o a mejorar tus valores de glucosa, triglicéridos, colesterol, entre otros, pero aquí vamos a tratar de explicar por qué esta dieta cetogénica puede contribuir a tu pérdida de peso.
Comenzaremos por un básico de la alimentación mexicana, el maíz. Encontramos a este grano lo encontramos en diferentes presentaciones de nuestra alimentación diaria y en todos los tiempos y formas como chilaquiles, enchiladas, gorditas, elotes, esquites, sopes, tamales, panque, tlacoyos, quesadillas, palomitas, crema de elote, atoles, tortilla, tostadas, totopos y muchas más.
La presencia de este grano puede resultar complicado de llevar para muchos pacientes pues el maíz es un carbohidrato y como dijimos al principio, esta dieta exige el menor consumo de carbohidratos y el maíz entra en esa categoría. Con esto lo que pretendemos hacer notar es la importancia de la zona geográfica en la que nos encontramos, particularmente en Latinoamérica, el maíz es un ingrediente básico y de gran importancia para la nutrición por su gran contenido de carbohidratos que aportan muchas de las calorías necesarias en nuestro día a día.
Es verdad que los carbohidratos son la fuente principal de energía del cuerpo y son convertidos a glucosa por nuestro organismo a través de rutas metabólicas con la finalidad de obtener energía. Sin embargo, desgraciadamente el cuerpo no tiene la capacidad de desechar el exceso de carbohidratos, lo que puede provocar que al tener un consumo excesivo de este nutriente, el cuerpo lo almacena en forma de triglicéridos y empecemos a notar subida de peso.
Ahora, es importante mencionar lo qué pasa cuando el cuerpo que está acostumbrado a una dieta basada en hidratos de carbono y deja de recibir este nutriente.
Cuando nuestro cuerpo no obtiene hidratos de carbono que le aporten energía suficiente para seguir respirando, caminando, pensando, hablando, viviendo, de inmediato comenzará a buscar cómo obtener esta energía pero con otro nutriente. En este caso, echará mano de la reserva de triglicéridos y los comenzará a usar como fuente de ácidos grasos, que a su vez va a otorgar como producto Acetil-CoA que son el nombre de esta dieta, las famosas cetonas. La producción de cetonas se encargará de hacer la función que la glucosa debería llevar a cabo. Es decir, serán la fuente de energía que permitirá al cuerpo seguir funcionando pesé al déficit de glucosa, entendiendo entonces que es un proceso de adaptación.
Por último mencionaremos algunas de las desventajas que encontramos en este plan drástico de eliminación de carbohidratos y es el desequilibrio que puede producir deficiencias de micronutrientes (vitaminas-minerales) así que nuestra recomendación, además de que un nutriólogo supervise tu dieta, es que lo que consumas suplementos y complementos alimenticios para evitar una descompensación.
También debes saber y considerar que en general se debe utilizar la dieta cetogénica por un tiempo no prolongado, algunos autores coinciden en que el periodo máximo para llevarla a cabo es de tres meses. Sin embargo, si tu nutriólogo determina que eres una persona saludable, tienes estudios de laboratorios normales y tu pérdida de peso es sobre todo con porcentaje de grasa, puedes mantenerte por más tiempo pero siempre con un monitoreo adecuado.
