¿Cuando utilizar alimentos sin gluten?
Los productos libres de gluten son cada vez más populares entre los consumidores, quienes en busca de mejorar su alimentación optan por el consumo de productos “Gluten Free o Libre de Gluten”’; sin embargo, deberías investigar más a fondo sobre su composición genética y sí realmente ocasionará algún tipo de beneficio en tu organismo.
Así evitas cometer el error de millones de personas, quienes buscan llevarse a casa todos esos productos “Libres de Gluten” que ven en los supermercados bajo la premisa de que “son más sanos y más bajos en calorías” o dejándose llevar por otros mitos como “sin gluten bajaré de peso”, ignorando que podrían ocasionar serias deficiencias nutrimentales.
Antes de dejarte llevar por “tendencias de gurús o expertos de RRSS”, consulta a tu médico porque este tipo de régimen alimenticio va enfocado exclusivamente a individuos que sufren de sensibilidad al gluten. Sí deseas seguir una dieta sin gluten, deberás ser consciente de las posibles consecuencias en términos generales.
¿Qué es el Gluten?
Es un tipo de proteína que se encuentra presente en cereales como el trigo, cebada, centeno y avena, los cuales suelen ser el ingrediente principal de alimentos de consumo básico como pastas, tartas, galletas, panes, pasteles, etc.
Su uso se popularizó dentro de la industria alimenticia por las facilidades que aporta para la adhesión de la masa de la harina, contribuyendo a una elaboración más práctica del pan y sus derivados.
Por lo tanto, resulta común visualizar en algunas etiquetas de productos que no contienen alguno de los cereales anteriormente mencionados a leyendas como “puede contener residuos de gluten”, debido a que algunos establecimientos pueden utilizar las mismas máquinas para diversos productos sin la limpieza adecuada.
Esto conlleva a que no se pueda garantizar una nula presencia del gluten, dejándolo evidenciado en la etiqueta de especificaciones nutrimentales para el consumidor. La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos, según su traducción al español), estableció que para categorizar a un alimento como “Libre de Gluten” debe tener menos de 20 partes por 1.000.000 de Gluten.
Los productos de este tipo contienen prospectos para que el consumidor esté seguro de su compra como “libre de gluten” “sin gluten” “apto para celíacos” “sin trigo, cebada, avena y centeno” o en otros países su normatividad indica el etiquetado de estos productos como “Sin TACC”.
No obstante, motivado a la creciente demanda de los productos “Libres de Gluten”, algunas empresas se aprovechan de ello para etiquetar a sus productos como “libres de gluten por su origen”, debido a que no contienen gluten porque no utilizan ninguno de estos ingredientes.
Para un individuo con poca o ninguna formación en el ámbito nutricional, sería muy fácil caer en esta vital e inescrupulosa trampa. Se convierten en presa fácil al desconocer cuáles son las verdaderas normativas que rigen el etiquetado de los alimentos “Libres de Gluten o Gluten Free”.
Así que sí ves que algún producto no te convence o parece poco fiable su apariencia, ni siquiera lo agarres del anaquel. De esta forma, evitarás pagar de más por algo que no cumple con lo exigido para entrar en la categoría de “Libre de Gluten”.
¿A quienes van dirigidos los productos “Libres de Gluten”?
La dieta con productos sin gluten va orientada a individuos con los siguientes padecimientos:
Enfermedad celíaca:
Es un desorden autoinmune intestinal crónico que se ve aún más alterado cuando ocurre una interacción de los genes que se encuentran relacionados con el riesgo de esta enfermedad con el gluten proveniente de la dieta.
Cuando esto sucede, la proteína induce a un proceso inflamatorio crónico en el intestino delgado, el cual ocasiona un aplanamiento progresivo de las vellosidades intestinales que a largo plazo puede ser maligno.
Sensibilidad no celiaca:
Su origen no es autoinmune sino emergente, ya que aparecen rápidamente síntomas gastrointestinales asociados al consumo de gluten.
Asimismo, los pacientes que presentan una alergia al trigo deben tener una dieta libre de gluten para evitar alteraciones en su organismo que le puedan poner en riesgo.
¡NO TIENES EXCUSAS!
Aquí no hay razón para seguir una dieta sin gluten por “inercia o dejándote llevar por lo que dicen otros”. Sí tú no eres celíaco ni padeces alguna condición especial relacionada con intolerancia a los cereales, es ilógico que consumas productos sin esta proteína.
¿Lo haces para bajar de peso? La cantidad de calorías que tiene un producto convencional a uno “Libre de Gluten” es similar, diferenciándose únicamente en la rápida absorción intestinal de estos últimos. Lo que marcará la diferencia será el volumen de la proporción consumida, evitando ingerir más de lo recomendado para cumplir con los requerimientos nutricionales cotidianos.
Sí continúas aferrado a esa decisión de adquirir estos productos, recuerda que suelen ser más costosos en comparación a las demás opciones alimenticios y no van a generar cambios significativos en tu salud.
