La alimentación es la necesidad más básica que tiene cualquier ser vivo y como tal, vale la pena analizar cuál será la inversión que haremos hoy para conservar la salud, el bienestar físico y mental durante el resto de nuestra vida; pues al final como se dice popularmente: ¡Somos lo que comemos!.
Sin duda, el costo de una buena alimentación dependerá de qué tan robusto y estricto como quieras llevar a cabo ese plan. Primero tienes que considerar las recomendaciones que pueda brindarte tu nutriólogo según tus necesidades nutrimentales; por ejemplo, si requieres el uso de suplementos o complementos alimenticios como proteína en polvo, vitaminas, omegas, entre otros, deberás considerar que estos requieren un presupuesto mayor al de los alimentos básicos como son frutas y verduras.
También debes tomar en cuenta tus condiciones fisiológicas, analiza si puedes tener una enfermedad, alergia o trastorno que te obliguen a consumir productos libres de gluten, orgánicos, con ciertas etiquetas o ingredientes que por su especialización, también pueden tener un precio más elevado.
Si te decides por un plan de alimentación keto o cetogénico como también se le conoce, el cual se basa en la cetosis que es un estado para el cuerpo impulsado por grasas buenas, proteínas moderadas, y más; recuerda que estos productos son los que generalmente en el mercado tienen un costo mayor.
Por último, un factor muy obvio pero no menos importante, es el lugar en donde adquieres tus alimentos, ya que el costo de los mismos incrementa si tus compras las realizas en una tienda especializada, cadena de autoservicio y podrán ser más económicos si los adquieres en el mercado municipal o en tiendas locales.
Recuerda que hacer un plan alimenticio no debe tomarse a la ligera, y nuestra recomendación siempre será que armes ese plan junto a tu nutriólogo, quien te asesorará con las mejores opciones, las más económicas o las que te ofrecen mayores beneficios. pero sobre todo, las que se adecuan a tus necesidades y estilo de vida.
