Bajar de peso es la preocupación de millones de personas en el mundo, quienes hacen hasta lo imposible por bajar esos insoportables “gorditos” e impedir que sus kilos de más sean causantes del surgimiento de graves enfermedades de diversa índole.
Dichos padecimientos siempre están asociados a pésimos hábitos alimenticios, los cuales se caracterizan por sus altos niveles de ingesta de azúcar y grasas saturadas. Sí los prácticas a diario, déjame decirte que no estás obligado a sentir mal por ello.
México es uno de los países con más altos índices de sobrepeso en toda América Latina. Lo más de 150.000.000 de mexicanos que sufren esta patología son individuos que vienen arrastrando nocivas conductas en sus estilos de vida desde que tiene uso de razón, concibiéndolas como “algo normal porque comer bastante es salud o no tienen tiempo para recetitas de revista”.
Bajar de peso va más allá de un “capricho estético o banal”. Se trata de una necesidad para evitar que te conviertas en esa población de riesgo, quién no disfruta de una vida plena porque “tiene problemas de diabetes y le cuesta moverse problemas con sus articulaciones”.
Y no queremos ser exagerados con este tema de bajar de peso. Solo que vemos con preocupación cómo surgen 1.000 métodos para tan mencionado propósito, pero pocos coinciden en la necesidad de darle un giro al estilo de vida de las personas para alcanzar este objetivo de forma sostenida e íntegra.
Este artículo se basa en una serie de consejos realistas que hemos preparado, donde comprenderás que bajar de peso es muchísimo más fácil de lo que imaginabas. Nada más deber tener fuerza de voluntad e impedir que opiniones absurdas e ignorantes ejerzan una influencia negativa en tu deseo de alcanzar este propósito.
¿Te interesa saber más? ¡Adelante!
1.- Evita las bebidas con exceso de azúcar:
Sí quieres bajar de peso rápidamente, deberás omitir la ingesta de bebidas azucaradas. ¿Por qué? ¡Muy sencillo! Cada lata de refresco contiene un promedio de 25-30 gramos de azúcar artificial, la cual afecta nuestro sentido de saciedad. El azúcar generará un desmesurado efecto de ansiedad en tu organismo, ocasionándote un deseo enorme de consumir estos líquidos constantemente y sin mesura alguna.
Asimismo, contribuye a la retención de insulina e impone gran cantidad de calorías dentro del organismo. En caso de que tengas sed o estés en tu hora de la comida, procura consumir jugos naturales con menor índice de glucosa como frambuesas, fresas o melón.
Utiliza stevia u otro edulcorante natural para darle ese toque dulce a las bebidas, descartando el azúcar convencional de tus dietas al igual que los refrescos.
2.- ¡No comas apresuradamente!
¡Calma! Sabemos que vives al límite en tus ocupaciones cotidianas. Sin embargo, jamás será un justificante para estar sentándose en la mesa a comer a las carreras como si estuvieras en una competición. Procura ser lo más organizado que puedas con tus ocupaciones, apartando un espacio considerable de tiempo a cada comida correspondiente.
Comer apresuradamente hará que tu organismo no asimile adecuadamente los alimentos, dejando de enviar señales al sistema endocrino para que active la hormona de la saciedad conocida como leptina. Esto conlleva a que comas más de lo habitual e incluso a límites exorbitantes, haciendo creer que “estás alimentándote bien” cuando es todo lo contrario.
Por lo tanto, relájate y siéntate a disfrutar de esa exquisita comida que tienes servida.
3.- Bebe agua con regularidad:
Pensar que un hábito tan básico como beber agua es fantástico para bajar de peso. Desde que tenemos uso de razón nos están recalcando esta necesidad tanto nuestros padres como maestros en la escuela, basándose en los cuantiosos beneficios que tiene consumir de 6-8 vasos diarios para mantenernos sanos.
¡Y cuánta razón tienen! Quien bebe medio litro de agua, estará quemando 23 calorías exactas. Además de estar depurando su organismo de toxinas e impurezas, las cuales podrían generar hinchazón abdominal. Y esto no es todo, porque el agua tiene un efecto saciante increíble.
Sí ves que tienes demasiada hambre pero aún no está lista la comida o estás fuera de los horarios de cada ración, bébete un vaso de agua y verás cómo lograrás calmar ese apetito voraz.
4.- Dile a adiós a las grasas saturadas:
¿Cocinas con abundante aceite? ¿Eres fanático de la mantequilla o de aderezos como la mayonesa? ¡Despídete de ellas! Sabemos que es muy difícil dejar de aderezar los panes del desayuno o cualquier bocadillo con estos productos. Sin embargo, cada uno de ellos está cargado de altos niveles de grasas saturadas, las cuales no solo hacen que engordes poderosamente sino también su consumo excesivo puede ser extremadamente nocivo.
Las grasas saturadas tapan las arterías del sistema cardiovascular terriblemente, ocasionándote desde ACV (Accidente Cerebro Vascular) hasta infartos fulminantes que te llevarán directo al cementerio. Y no, no somos exagerados, solo nos basamos en estadísticas médicas que señalan que la principal causa de enfermedades cardiovasculares es la obstrucción de arterias cardiovasculares.
Reducir la ingesta de grasas saturadas evitará que sufras incidentes de este tipo, así como también será un fantástico aliado para bajar de peso rápidamente.
5.- Consume verduras con regularidad:
Incluir verduras y proteínas magras en tu dieta diaria es vital para bajar de peso. Casi todos estos productos son ricos en fibra, un fantástico nutriente para depurar el sistema gastrointestinal a través de la defecación. Consumir unos 30 gramos diarios de verduras, lechuga o cualquier tubérculo, ayudará a que logres bajar esos gorditos del abdomen, los cuales pueden contener grasa o ser resultado de la inflamación que producen ciertos alimentos en el colón o hígado.
Del mismo modo, suelen tener un efecto saciante en el organismo para que puedas saciar tu hambre con 2-3 raciones básicas. Almacenarás más energía con una menor cantidad de comida en el plato.
6.- Baja el consumo de comidas rápidas:
¿Te fascina ese pollo frito crujiente de cadena o las tradicionales hamburguesas de carrito? ¡Modera ese instinto culinario! Tales menús han sido preparados con productos impregnados de grasas saturadas, las cuales acaban acumulándose en diversas áreas de tu cuerpo.
Muchos de estos “deliciosos alimentos” no cumplen con normas básicas de salubridad e higiene, haciendo uso de aceites recalentados que tienen días en el sartén en proceso de oxidación. Todo esto sin considerar que son tóxicos y de baja calidad son algunos ingredientes, constituyéndose como una bomba de tiempo para tu organismo.
Sí te encanta ir a esos locales de comida rápida, tendrás que reconsiderar este patrón de conducta para lograr bajar de peso con éxito.
7.- ¡Deja de comer tantos snacks y dulces!
Sus altos índices de hidratos, aceites refinados y sal hacen que los snacks sean poco viables para bajar de peso. Muchos de los ingredientes utilizados para su preparación son adulterados con el propósito de brindar ese “sabor adictivo” que tanto gusta, restando todo su valor nutricional.
Una bolsa de papitas fritas o barritas “dietéticas” podrán contener tu ansiedad por horas. No obstante, acabarás incrementando tus niveles de calorías y carbohidratos.
8.- Haz ejercicio:
¡Para todo hay tiempo! Saca unos 30-45 minutos diarios para realizar actividades físicas. El sedentarismo es uno de los principales responsables del sobrepeso, ocasionándote esa horrible flacidez en el tejido abdominal.
El ejercicio acelerará tu metabolismo considerablemente. De esta forma, podrás quemar un montón de grasas y calorías para reemplazarlas por músculo.
¿Te das cuenta? Bajar de peso no necesariamente amerita dietas extremas, donde pongas en riesgo tu salud por la pérdida de nutrientes y vitaminas necesarias para el adecuado funcionamiento del organismo.
Solamente sigue cada uno de los consejos que te indicamos, brindándole el valor que corresponde. No es que vas a comenzar con muchísimo ánimos a seguirlos y después acabes con absoluta apatía.
Cambia tus hábitos cotidianos y verás que el camino hacia una vida más saludable está más cerca de lo que imaginas.
